Para tener una alimentación saludable, es fundamental incluir una variedad de alimentos que abarque todos los grupos nutricionales. Esto significa consumir frutas y verduras en abundancia, ya que son ricas en vitaminas y minerales; además, incorporando cereales integrales como arroz integral, avena y pan integral, que aportan fibra. También es importante incluir proteínas magras, como pollo, pescado, legumbres y frutos secos, así como lácteos bajos en grasa, que son esenciales para la salud ósea.
Controlar las porciones es clave para evitar el exceso de calorías. Escucha a tu cuerpo y come hasta sentirte satisfecho, no lleno. Limitar el consumo de alimentos procesados, que suelen tener azúcares añadidos, grasas saturadas y un alto contenido de sodio, también es fundamental para una dieta equilibrada.
Mantente hidratado bebiendo suficiente agua a lo largo del día, lo que te ayudará a distinguir entre la sed y el hambre. Organizar y planificar tus comidas te permitirá tomar decisiones más saludables y evitar opciones impulsivas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario